Las Mejores Rutas de Senderismo en el Pirineo Este Otoño

octubre 16, 2024
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Con la bajada de las temperaturas, el Pirineo Aragonés se convierte en el destino ideal para los amantes del senderismo, y es que el otoño es una de las mejores épocas del año para disfrutar de sus paisajes. Durante estos meses, los bosques y valles se transforman en un espectáculo de colores ocres, dorados y rojos, que contrastan con las cumbres nevadas y los cielos azules del Pirineo. El clima es fresco, pero agradable, lo que lo convierte en un momento perfecto para explorar esta impresionante cadena montañosa.

En este artículo, encontrarás una pequeña guía de rutas de senderismo para que puedas salir a disfrutar de este entorno tan especial. ¡Prepara las zapatillas de trekking, porque hoy salimos de excursión!

1. Ruta al Ibón de Anayet

Duración: 4-5 horas (ida y vuelta)
Dificultad: Moderada
Distancia: 10 km

Una de las rutas más conocidas y visualmente espectaculares en el Pirineo Aragonés es la subida al Ibón de Anayet. El ibón, o lago de origen glaciar, se encuentra a los pies del majestuoso pico Anayet, pico por el cual recibe el mismo nombre. Mencionar como curiosidad, que el nombre de ambos pico e ibón es originario de la palabra aragonesa “anayóns” que traducido al castellano significa arándanos, nombre que reciben por la abundancia de este arbusto en las laderas próximas.

El recorrido comienza en el aparcamiento de los Corrales de las Tornadizas, en las proximidades de Formigal, y atraviesa praderas alpinas, pequeños arroyos y zonas de pastoreo antes de llegar al ibón. Las vistas del Valle de Tena y los picos circundantes hacen que el esfuerzo valga la pena. Además, en un día despejado, puedes disfrutar de unas panorámicas inigualables del Pico del Midi d’Ossau.

Una vez llegado al ibón puedes aprovechar para descansar disfrutando de las maravillosas vistas al lago, cargar pilas y prepararte para volver hacer la misma ruta a la inversa.

 

2. Bosque de Gamueta

Duración: 3-4 horas (ida y vuelta)
Dificultad: Fácil
Distancia: 8 km

El Bosque de Gamueta, ubicado en el valle de Ansó, es una joya natural poco conocida, pero con mucho encanto, lo que lo convierte en un lugar ideal para disfrutar del senderismo en otoño. Este bosque hayedo-abetal alberga una rica biodiversidad, y en otoño, el follaje se torna en una espectacular mezcla de tonos dorados, marrones y verdes, convirtiéndolo en lugar de cuento.

El recorrido es relativamente sencillo y apto para todo tipo de excursionistas, incluso los más pequeños de la casa, convirtiéndolo en una excelente opción para una mañana en familia. Iniciamos la ruta en el refugio de Linza, lugar donde acabaremos la ruta y desde allí subiremos hasta el Paso del Salto de Caballo para continuar nuestra ruta por bosques, arroyos y prados.  

El sendero circular te lleva a través de un paisaje bucólico, donde puedes escuchar el murmullo de pequeños arroyos y disfrutar del aire fresco de montaña. La sensación de paz y aislamiento que ofrece este bosque tan especial lo convierte en un lugar perfecto para poder desconectar del ritmo frenético de la ciudad.  

3. Ordesa y Monte Perdido: Ruta de la Cola de Caballo

Duración: 6-7 horas (ida y vuelta)
Dificultad: Moderada
Distancia: 17 km

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es una visita obligada para cualquier amante del senderismo en el Pirineo. En otoño, el valle de Ordesa, declarado en 1997 Patrimonio Nacional de la UNESCO, se convierte en un mar de hojas doradas y anaranjadas, que cubren el suelo de un paisaje impresionante. Una de las rutas más emblemáticas dentro del parque es la que te lleva hasta la Cola de Caballo, una espectacular cascada que marca el final del recorrido.

El camino comienza en la pradera de Ordesa y sigue el río Arazas, atravesando bosques de hayas y abetos. A lo largo de la ruta, pasarás por varias cascadas, como la Cascada del Estrecho y la Cascada de la Cueva, que en otoño adquieren un encanto especial. Los acantilados de roca caliza del valle de Ordesa se elevan imponentes a ambos lados del camino, creando un paisaje de belleza única. Además, la llegada a la Cola de Caballo te recompensa con uno de los paisajes más impresionantes del Pirineo.

Aunque la ruta es larga, su desnivel es gradual, lo que permite disfrutar del paseo sin grandes dificultades técnicas. Es una excursión que pueden realizar sin problemas niños ya que el camino se encuentra en muy buen estado, aunque se debe ser consciente de la duración de esta. 

 

4. Ruta al Ibón de Plan o Basa de la Mora

Duración: 3-4 horas (ida y vuelta)
Dificultad: Moderada
Distancia: 9 km

La Ruta al Ibón de Plan, también conocido como la Basa de la Mora, es uno de los rincones más populares y mágicos de todo el Pirineo Aragonés. Situado en el Valle de Gistaín, este ibón tiene un carácter casi místico, debido a una leyenda que lo acompaña, convirtiéndolo en un lugar con mucho encanto. 

El inicio de la ruta empieza en el refugio de Lavasar, y continúa por una tranquila y agradable senda, apta para todas las edades. Tras este agradable paseo llegaremos al ibón donde las vistas nos dejarán sin palabras. Las tranquilas aguas donde podemos observar reflejadas las montañas circundantes lo convierten en un lugar ideal para tomar un tentempié. Tras un descanso más que merecido, deberemos retroceder por donde hemos venido hasta el punto de inicio.  

Esta es una excursión ideal para aquellos que buscan un entorno sereno y un paisaje que parece sacado de un cuento.

 

 

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